El sonido sanador: chakra del plexo solar

Situado en la zona del plexo solar y parte alta del abdomen, está relacionado con nuestra fuerza de voluntad y la capacidad de llevar a cabo nuestros propósitos. Se asocia con la energía del sol y el fuego digestivo o agni, con el poder del cuerpo y la mente para procesar tanto materia como energía.

Este centro está vinculado a la zona del plexo solar del cuerpo físico. Engloba el sistema digestivo, las suprarrena­les, el estómago, el hígado y la vesícula biliar. Ayuda al cuerpo en la asimilación de nutrientes. Está también ligado a las funciones del hemisferio izquierdo del cerebro.

Traba­jando con este centro, se alivian gran número de enfermeda­des traumáticas, úlceras, problemas intestinales y enferme­dades psicosomáticas.

Este centro va ligado a la función de la clarisensibilidad y en general a las energías y experiencias psíquicas. Posee también vínculos con los procesos de pensamiento racional. Cuando se activa con objetivos no físicos puede revelamos actitudes y capacidades de otras personas. Es capaz de esti­mular nuestra sintonía hacia la influencia de los elementos de la naturaleza.

Si su energía está equilibrada y fluye bien, podrás establecer límites adecuados en tus relaciones, poseerás fuerza de voluntad y conectarás y comprenderás tu propio poder personal. También gozarás de buenas digestiones y de un metabolismo equilibrado.

Si este chakra está desequilibrado se relaciona con: Sensación de falta de reconocimiento; reserva; dogmáti­ca; testarudez; temor frente al poder del grupo; aislamiento; confinar la vida a la estrechez de miras; planificar constan­temente y no manifestarse nunca; necesidad permanente de cambio y novedad; censuradora; crítica; intimidación men­tal; sensación de que el yo no se equivoca nunca; actitud ab­solutista.

Sonidos sagrados que equilibra y estimulan este centro:
• Tono: Mi.
• Flautas, instrumentos de viento de madera, de cuerda y
piano.
• Sonido vocálico de «o».

Haz la vocalización «ooo», visualizando tu centro de energía, tu fuego, unos pocos centímetros por encima del ombligo.

Deja un comentario